LA TIERRA DE LA PIEDRA NEGRA


¿Querrían convertirse en desiertos en el desierto,
en luz naranja de risa y llanto,
volverse viento y dicha en la arena, néctar, escalofrío, libertad...

miércoles, 27 de junio de 2012

GUANTÁNAMO O AGUANTA


Porque gimen y rumian los camellos en la noche sus melancolías tras la doble verja con alambradas y cámaras sé que esto no es Guantánamo, además mi compañero es americano y también vive aquí encerrado, y no puede ser, seguro que no puede ser porque todo el mundo se trata con respeto y dulzura, y hay un minarete rematado con una luna flaca y creciente, porque todos los días me dejan salir a trabajar sobre la inmensidad de arena dorada y yerma, pero aún así, a este campamento, y a todos los campamentos de los pozos que salpican la nada del Sahara, por ser también pequeña tortura el amor lejano y el aislamiento en nuestros contenedores, les llamamos Guantánamo.

miércoles, 20 de junio de 2012

DOS HAIKUS DEL DESIERTO

olas blancas
dibuja el sudor
en mi sombrero



fuera del tiempo
bajo un avión lleno de relojes
pastan los camellos

jueves, 14 de junio de 2012

AMOR SOMBRERO

       


Sí, del aire, pero un camionero,
un camionero cansado viendo el fútbol con té verde en el extranjero, aunque tenga un sombrero con el que parezco un aventurero, (cuatro horas a cuarenta y cuatro grados y funciona, mi cerebro no ha llegado a freírse) seis cientos metros de visibilidad en el sur del Sahara y la arena revuelta, y el vuelo cancelado, y más cansado que si hubiera volado,
para ver el fútbol con extranjeros que se saben de memoria la alineación de mi equipo,
y pienso en los hombres, sus juegos y sus reglas, y aquel poema que iba a escribir sobre la banca y las torres inclinadas de la podredumbre, pero que no escribí porque mi Guru David Pielfort me contestó en la punta sur de Europa a la gallega:
-¿Porqué no arreglas y afinas el sitar que tienes colgado en tu salón?-

Sí, del aire, pero solo soy un camionero cansado
viendo el fútbol con té verde en el extranjero,
que es feliz porque tiene un amor,
y un cante de soledades de cabrero,
y un sombrero con el que parezco un aventurero…
                                    

lunes, 11 de junio de 2012

EDÉN MACíAS HERRERA



Crece el Edén en tu vientre y en nuestros pechos lejanos un dulzor que sabe a damascos y nísperos en el desierto, crecen la higuera y el jazmín junto a nuestras bestias en un cuarto piso, todo está creciendo con raíces reventando los tiestos y paredes, y no sabemos, no sabemos si habrá un suelo suave donde plantar todo ésto, pero tenemos que intentar vivir de la Tierra, amor, porque yo no puedo luchar contra nadie, y tampoco quiero que tu seas Rosario "la dinamitera": tenemos que dejar de ser cómplices ignorantes o siervos furiosos, salir del manicomio económico y tecnoidiota, para crecer en la paz y el cultivo de una sencillez hermosa de avispas que se emborrachan con las uvas de la parra y su sombra, golondrinas bebiendo en una alberca donde los niños gritan y juegan, hasta que el agua oscura del pozo nos devuelva un reflejo risueño enmarcado de musgo.

sábado, 9 de junio de 2012

EL RESCATE DE LOS INSECTOS




¿Cómo hemos llegado a ser insectos los ciudadanos de las democracias parlamentarias más avanzadas del planeta?
   
        El Homo Sapiens, después de al menos doscientos cincuentamil años de sociedades igualitarias,  inventó la élite hace escasamente seis mil años. Se decían entonces, en el Neolítico, hijos del cielo o de los dioses (Si este argumento fantástico esgrimido por todas las proto-élites fuera cierto tendrían razón los que vinculan el final de nuestra larguísima Edad de Oro a una intervención exógena de híbridos alienígenas enmascarados como semidioses mitológicos, exculpando a nuestra especie de toda una historia de errores y horrores). La élite ya nunca desaparecería, a pesar de sus profundas mutaciones, o incluso sonados relevos en la historia, su trono de poder y privilegio jamás volvería a estar vacío. Blindados con  pensiones vitalicias, despidos millonarios, privilegios fiscales, inmunidad civil y penal, la élite del presente, intercambiando puestos con descaro si es necesario, dirige naciones, partidos, bancos y grandes empresas. Desde allí arriba decide hoy si se rescata a sí misma, y mientras piensa en ello ve como una mosca agita las alas inútilmente, intentando escapar de morir ahogada en el agua del váter; son los ciudadanos que lo deben todo, que no tienen nada ni derecho a nada, son muchos, son los molestos insectos, somos nosotros.