LA TIERRA DE LA PIEDRA NEGRA


¿Querrían convertirse en desiertos en el desierto,
en luz naranja de risa y llanto,
volverse viento y dicha en la arena, néctar, escalofrío, libertad...

domingo, 30 de noviembre de 2008

EL PILOTO DESNUDO


Sami, un finlandés en Sudán

Alcanzar la desnudez...
Santoka

Mi compañía tiene más de cien pilotos de todo el mundo repartidos por los desiertos de cuatro países. Sin contar con el poderoso y misterioso efecto del desierto, la mayoría ya son por naturaleza bastante excéntricos, si no fuera así, estarían trabajando detrás de un ordenador en sus países, o en una aerolínea. He preguntado por los casos más curiosos y me han contado que uno de los destinados en Arabia Saudita se convirtió al Islam, y en el campo argelino KFK, un neozelandés se paseaba desnudo por las dunas gigantes que rodeaban el campo. Recuerdo esas dunas, estuve allí un mes y medio y las bauticé a todas, la del mamut muerto, el monte Meru, el caballo que bebe, la pirámide, también conocida como el cine de la antorcha, y camino de la pista, la duna de la serpiente Uluru. Cuando yo estuve allí no nos dejaban pasar más allá del perímetro de vallas y alambradas, por eso no hubo otro piloto andando desnudo por el desierto.

EL NOMBRE NÚMERO CIEN


Sometimes on Mars, there is nothing to see but red sand. Traveling two kilometers south of Endurance Crater, the robotic rover Opportunity now exploring Mars stopped and took a 360 degree panorama of a desolate and rusted Martian landscape. The site was dubbed Rub al Khali for its similarity to a barren part of the Saudi Arabian desert on Earth.
Desolate Mars: Rub al Khali Credit:
Mars Exploration Rover Mission, JPL, NASA


Después de caer el Sol he ido paseando hasta las dunas. Por el camino he visto huellas de pájaros, madrigueras, y arbustos. Al llegar a los suaves lomos de la primera duna empecé a reírme como un loco. A veces me siento un turista millonario en Marte. Cuando regreso al campamento es casi de noche, la Luna es un hilillo naranja y Júpiter se le ha pegado a Venus, están brillando muy juntos… Pero no es eso lo que quería contar; he visto algo allá afuera, algo muy grande, muy noble, muy hermoso. Hay algo allá fuera que no puedo nombrar.

ATAQUE AL TAJ MAHAL

Y si su nombre estuviera grabado
sobre el estandarte de un ejército,
todos bajo esa bandera
caerían borrachos a causa de su signo.

Umar Ibn Al-Farid

El hotel Taj Mahal de Mumbai tenía una librería pequeña y excelente, allí compré el Shiva Samhita, un antiguo manual yóguico. Tenía un tamaño ideal para nómadas que me recordaba al Corán en miniatura que, siendo yo un niño, me regaló un viejo bereber en un zoco, agradecido por mi recital del Bismallah. A veces me he emborrachado con las palabras de los libros, pero como dicen en Andalucía; hay que saber beber.

PRIMER OCASO EN EL RUB AL KHALI





Con Su ojo, no con el mío, porque nadie lo ve a Él, excepto Él mismo.
Ibn Arabi






Quiero subir a la cima de la duna y quedarme allí en silencio sin hacer nada, pero veo todas las sandalias junto a la entrada del contenedor-mezquita y no sé si se vendrían conmigo, si los filipinos y los pakistaníes me considerarían su hermano, si no rezo, ni me inclino, ni me descalzo, si mi oración no tiene dirección ni mi fe centro, si no tengo dios, ni libro, ni religión, ni nada. ¿Querrían convertirse en desiertos en el desierto, en luz naranja de risa y llanto, volverse viento y dicha en la arena, néctar, escalofrío, libertad...


sábado, 29 de noviembre de 2008

LA ORILLA TURQUESA













Vuelo de Dammam al campamento Kidan 1 ( N22º32´40.2" E053º15´16.3" )


Me gustaría regalarte la manera en que las arenas del desierto se sumergen en un Golfo Pérsico de cristal, los millones de números del Pantone entre el verde y el azul de la orilla, la isla de Bahrain, la península de Qatar, y cerca de la frontera con los Emiratos, en los límites del desierto del Cuarto Vacío, mi campamento, mi paz, mi desierto, mi nada. De joven estaba enamorado de las selvas, y entré en varias, ahora sólo busco el mar, sólo busco el desierto, y hoy los he visto besarse, ola con duna, en la orilla turquesa.

LA ARABIA FELIZ Y EL SABOR DEL OCÉANO




Decía el Despierto que al igual que el agua de todos los océanos sólo tiene un sabor, el de la sal, sus enseñanzas sólo tenían un sabor, el de la Liberación. Yo en cambio, perdido en los detalles, tengo la fuerte impresión de que cada océano tiene un olor particular, y me parece reconocer el olor del Índico, tal como era en Bombay, paseando por el muelle que está al lado la Puerta de la India, o en los baños de mar y crepúsculo en Aswem. Una noche en Dammam me basta para saber lo que han hecho los beduinos con la inmensa marea de petrodólares; es algo parecido a Estados Unidos, con coches enormes, amplias avenidas, altos edificios, centros comerciales gigantescos por doquier, y todas las franquicias de comida rápida conocidas en el barrio rico de la aldea global. Los hombres van de blanco y las mujeres de negro, los hombres muestran la cara y las mujeres, a veces, los ojos. El chófer que me recogió en el aeropuerto es un musulmán de Madrás, el que subió mis maletas en el hotel, de Bengala, el que me vende el pollo frito es de Pakistán. Todo el mundo parece feliz y tranquilo. La alianza de la familia Saud con los clérigos wahabíes fue un éxito, la alianza del primer productor de petróleo con su primer consumidor, también. La larga supervivencia de los matrimonios desgraciados siempre ha sido un misterio para mí. En realidad yo ya estoy deseando regresar al desierto, el termitero futuro que espantaba a Saint-Exupéry es mi presente, hoy me han fotografiado en la aduana y, por primera vez en mi vida, me han tomado las huellas de todos los dedos. Abro la ventana porque me encanta el olor a mar y el haber heredado el optimismo patológico de mi madre, y mientras intento conciliar el sueño podría jurar que cada océano tiene un olor distinto.

martes, 25 de noviembre de 2008

EL CREDO DEL DESIERTO


This creed of the desert seemed inexpressible in words, and indeed in thought. It was easily felt as an influence, and those who went into the desert long enough to forget its open spaces and its emptiness were inevitably thrust upon God as the only refuge and rhythm of being.


Each individual nomad had his revealed religion, not oral or traditional or expressed, but instinctive in himself.


T. E. Lawrence. ( Seven Pillars of Wisdom )

miércoles, 19 de noviembre de 2008

EL DESIERTO DEL CUARTO VACÍO


Bajo el desierto del Cuarto Vacío, Rub al Khali, el vacío que reina sobre la cuarta parte de Arabia, bajo la mayor continuidad de arena, muerte y desolación, bajo las dunas más altas de la tierra y su desierto más temible e inhóspito, se encuentran las mayores reservas de petróleo, ese caldo negro que es la piedra angular de nuestro edificio.

LA PIEDRA NEGRA (Al Hajar Al Aswad)


El ángel Gabriel trajo la Piedra Negra del paraíso. Abraham y su hijo Ismael, la Paz sea con ellos, la colocaron en la esquina suroriental cuando terminaron de construir la Kaaba.

Todos los ídolos de la Kaaba fueron destruidos por el Profeta,
excepto tú, Piedra Negra,
y aunque no olvidamos que no produces ni daño ni beneficio,
era difícil deshacerse del único recuerdo del paraíso.
Desde que Yibril te trajo del cielo, has sido perdida y encontrada, has sido idolatrada,
robada, secuestrada, vendida y rescatada, sumergida en inundaciones, reventada y
despedazada por el fuego.
Piedra Negra, piedra angular del cubo vacío,
millones te besarán al menos una vez en su vida,
serás besada, serás acariciada, pero ya, por siempre,
nadie podrá adorarte.

EL CUBO VACÍO


Según el Islam, Abraham construye la Kaaba para ubicar geográficamente el corazón del hombre, para darle cuerpo al corazón humano. Las vueltas a la Kaaba son las vueltas a tu corazón. La Kaaba no es más que una construcción cúbica vacía, dentro no hay nada, está hueca, como tu corazón.